Situada en la parte más elevada de este núcleo rural, la iglesia de San Cornelio y San Cipriano fue reedificada en el siglo XVI tras su derrumbamiento. Cuenta con una nave y un solo brazo en el crucero. El ábside es gótico del siglo XV. Aún conserva algunas ventanas del XVI e incluso canecillos de su primitivo templo románico.
Entre las tradicionales casas de piedra y madera que conforman su casco urbano sobresale el palacio de los Ruiz de Valdivielso, un soberbio edificio herreriano con fachada simétrica de perfecto siller. Un cuerpo central une dos torres de tres pisos. Y en el centro del edificio, sobre la puerta principal de acceso, aparece un balcón con un pequeño tímpano.
Nos encontramos al pie de la Tesla. Junto a su potro, una sinuosa carretera se encajona en una estrecha hoz o garganta y asciende zigzagueando hasta el pequeño núcleo rural de Tartalés de los Montes. Y en el ascenso, si hay suerte, podremos ver como saltan al vacío las aguas de un pequeño arroyo.